Un hombre va a un prostíbulo que presume de tener a una prostituta que puede cantar y mamar al mismo tiempo. Así que una vez en el burdel, le dice a la madam:
- Señora, quiero una mamada de su puta cantadora
La Madam lo lleva a la habitación iluminada por medias luces rojas. Pocos minutos después, una chica entra a la habitación y le dice al ansioso cliente:
- Si quieres la mamada cantadora, tiene que ser a oscuras.
El hombre acepta y la muchacha apaga la luz. Ella comienza, y resulta que es el mejor trabajo oral que le habían dado en su vida a aquel hombre. E increíblemente, la mujer realmente humedecía el miembro viril y cantaba complejas canciones al mismo tiempo. El hombre estaba asombrado y se mantenía incrédulo, y así fue la cosa, hasta que escasos minutos después, el hombre acabó. Una vez que el hombre se reestableció de su éxtasis, el tipo enendió la luz, pero la prostituta ya se había ido.
Le paga a la madam y se va del burdel, preguntándose durante el resto de la noche como carajos le había hecho para darle semejante mamada y cantar al mismo tiempo. Así que decidió averiguarlo.
La noche siguiente, el mismo tipo vuelve al prostíbulo y pide la misma puta otra vez. Se repite la misma rutina, la chica le dice que deberá ser con la luz apagada y él acepta.
Pero justo antes de acabar, el hombre saca rápidamente una linterna de su bolsillo y la enciende apuntándole a la prostituta, pero ella es más rápida y huye de la habitación. En la oscuridad, el hombre encuentra el interruptor de la luz y la enciende, encontrando un ojo de vidrio en el suelo.
- Señora, quiero una mamada de su puta cantadora
La Madam lo lleva a la habitación iluminada por medias luces rojas. Pocos minutos después, una chica entra a la habitación y le dice al ansioso cliente:
- Si quieres la mamada cantadora, tiene que ser a oscuras.
El hombre acepta y la muchacha apaga la luz. Ella comienza, y resulta que es el mejor trabajo oral que le habían dado en su vida a aquel hombre. E increíblemente, la mujer realmente humedecía el miembro viril y cantaba complejas canciones al mismo tiempo. El hombre estaba asombrado y se mantenía incrédulo, y así fue la cosa, hasta que escasos minutos después, el hombre acabó. Una vez que el hombre se reestableció de su éxtasis, el tipo enendió la luz, pero la prostituta ya se había ido.
Le paga a la madam y se va del burdel, preguntándose durante el resto de la noche como carajos le había hecho para darle semejante mamada y cantar al mismo tiempo. Así que decidió averiguarlo.
La noche siguiente, el mismo tipo vuelve al prostíbulo y pide la misma puta otra vez. Se repite la misma rutina, la chica le dice que deberá ser con la luz apagada y él acepta.
Pero justo antes de acabar, el hombre saca rápidamente una linterna de su bolsillo y la enciende apuntándole a la prostituta, pero ella es más rápida y huye de la habitación. En la oscuridad, el hombre encuentra el interruptor de la luz y la enciende, encontrando un ojo de vidrio en el suelo.
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