Una mañana, en una granja había aparecido muerto todo el ganado. El dueño de la granja, un señor de edadya avanzada, se levantó y lo primero que vió al salir fue todo su ganado muerto.
- ¡Noooooooo! ¡Noooooooooooooo! ¡¿Por queeeé Dios mío, nooo! - El señor lloraba amargamente, pasando por entre los cadáveres de las infortunadas vacas - mis vacas por Dios, estamos en la ruina, ya todo está perdidooooo!
Inmediatamente después de que él dijera esto, una suave voz femenina replicó:
- No, no está perdido - dijo esta voz, se trataba de una extraña mujer desnuda que había emergido de la pequeña laguna que estaba enfrente de su corral
- ¿Qu-quién eres tú, sssnnff, ssnff, y qué quieres?
La mujer, ciertamente era hermosa pero extraña, tenía una mirada un tanto demoniaca.
- Todas tus vacas, 100 en total pueden volver a la vida, sólamente tenemos que hacer un trato...un pacto y tendrías que cumpliro...si no, te quitaré la vida, ¿Qué dices? - ¿Quién eres tú, y cómo es que sabes que eran 100 vacas? ¿acaso tú las has matado?- Soy una sirena mágica, vivo en el fondo de la laguna, y no, yo no soy la responsable de la muerte de tus vacas. Se de cierto también que eran 100 puesto que tengo poderes sobrehumanos. Ahora, dime ¿Quieres tus vacas de vuelta o no?
- ¡Sí, sí, claro! ¡¿Qué tengo que hacer?
- Es algo muy sencillo. Tendrás que hacerme el amor 3 veces seguidas. Pero si no puedes, te quitaré la vida. ¿Trato hecho? - Eh...está bien....
Acto seguido el anciano se quita la ropa y la sirena mágica lo monta. El desdichado hombre apenas y puede con ella y se viene una sola vez, dejándolo completamente exhausto y al borde de un paro respiratorio. - Lo siento... - exclama el diabólico ente, y lo mata.
Minutos después, el primer hijo del anciano sale a buscar a su padre y mira horrorizado los cadaveres de las 100 vaquitas y a la orilla de la laguna ve el cuerpo de su padre muerto. El se dirigé corriendo hacia él y comienza a llorar amargamente.
- ¡No padre míoooo, nooo! ¡Que desgracia! ¿¡Por qué?! ¡¿Por qué?! ¡Estamos arruinados y hemos perdido a nuestro padre! - Eso se puede arreglar - contesta la misma voz femenina.
- ¿Qu-quién eres tú?- Soy una sirena mágica, y puedo volver a la vida tanto a tu padre, como a las vacas. Sólo tienes que cogerme 6 veces...y seguidas...pero si veo que no puedes, te mataré en el acto. ¿Trato?
El hijo era joven y fuerte, y se sintió con la capacidad de lograr dicha hazaña. No obstante, pudo solamente 4 veces y su amiguito ya no podía erguirse, estaba completamente agotado. Así que la sirena mágica lo mató de inmediato.Otros minutos después, otro hijo se despertó y al percatarse de que ya eran las 11 de la mañana y que aún no estaba ni el desayuno servido ni su hermano mayor ni su padre en la casa, salió y vio también el desolador escenario.
El hijo - tan sólo unos años más joven que su hermano - corrió desesperado, angustiado entre los cuerpos de las vacas muertas y al ver a su padre y a su hermano muertos, desnudos ambos sobre el pasto, se dirigió a toda prisa, asustado completamente.- Eso tiene solución... - dijo la sirena, quien reapareció sorpresivamente
- ¡¿Qué quieres?! ¿Quién eres tú? - contestó furioso el joven - ¿Tú mataste a Papá y a mi hermano?! ¡¿Y a las vacas?!
- No. Yo no he matado a las vacas. Más he decirte que sí he tomado la vida de tu padre y de tu hermano, ya que soy una sirena mágica con poderes sobrenaturales. Y han muerto debido a su incapacidad. Y ahora te propongo a ti restablecer sus vidas. A cambio, tendrás que cogerme ¡10 veces! y seguidas. Si lo logras tu padre y tu hermano volverán a la vida, pero si no, perecerás como ellos.
El hombre, quien era más joven y vigoroso que su hermano, aceptó el reto, pero pudo hacerlo sólo 7 veces. La cruel sirena mágica de igual forma, teminó con la vida del agotado muchacho. Minutos más tarde, el último hijo con vida, un chico de apenas 15 años de edad, con síndrome de down, se levantó todo modorro, ya era la 1:30 de la tarde y bajo casi con la almohada pegada y babeada a su cachete.
Bajó las escaleras, buscó a su padre y a su hermanos sin encontrarlos, salió y pasó caminando entre las vacas como si nada, vió luego a su padre y a sus hermanos muertos a la orilla de la laguna, y se les quedó viendo con la boca abierta sin expresión alguna. - Ellos podrían volver a la vida si así lo quisieras - dijo la aparecida, la sirena mágica- ¿Ah...? - replicó tardiamente el chico con down -
- ... Yo soy una sirena mágica, y puedo revivirlos si quieres.
- Jeh - sonrió el mongolito
- Sólo tienes que cumplir con algo que te pediré - Bueno - Q...¿qué pasa con este? - pensó la sirena mágica ante la indiferencia y la ausencia total de miedo, tristeza o furia del chico - Tendrás que cogerme...¡20 veces! pero si no puedes, te quitaré la vida y morirás como tu padre y tus hermanos, ¿aceptas? - Sí - dijo el mongolito como si nada - mientras se hurgaba la nariz, tratando de sacarse un moco.
- ¡Jahaha! ¡Pobre iluso! ¡Idiota! ¡¿Acaso crees que podrás?! - Puess claroo - contestó el chico con Down - ¿cómo cresss que sse murieron las vacas?
- ¡Noooooooo! ¡Noooooooooooooo! ¡¿Por queeeé Dios mío, nooo! - El señor lloraba amargamente, pasando por entre los cadáveres de las infortunadas vacas - mis vacas por Dios, estamos en la ruina, ya todo está perdidooooo!
Inmediatamente después de que él dijera esto, una suave voz femenina replicó:
- No, no está perdido - dijo esta voz, se trataba de una extraña mujer desnuda que había emergido de la pequeña laguna que estaba enfrente de su corral
- ¿Qu-quién eres tú, sssnnff, ssnff, y qué quieres?
La mujer, ciertamente era hermosa pero extraña, tenía una mirada un tanto demoniaca.
- Todas tus vacas, 100 en total pueden volver a la vida, sólamente tenemos que hacer un trato...un pacto y tendrías que cumpliro...si no, te quitaré la vida, ¿Qué dices? - ¿Quién eres tú, y cómo es que sabes que eran 100 vacas? ¿acaso tú las has matado?- Soy una sirena mágica, vivo en el fondo de la laguna, y no, yo no soy la responsable de la muerte de tus vacas. Se de cierto también que eran 100 puesto que tengo poderes sobrehumanos. Ahora, dime ¿Quieres tus vacas de vuelta o no?
- ¡Sí, sí, claro! ¡¿Qué tengo que hacer?
- Es algo muy sencillo. Tendrás que hacerme el amor 3 veces seguidas. Pero si no puedes, te quitaré la vida. ¿Trato hecho? - Eh...está bien....
Acto seguido el anciano se quita la ropa y la sirena mágica lo monta. El desdichado hombre apenas y puede con ella y se viene una sola vez, dejándolo completamente exhausto y al borde de un paro respiratorio. - Lo siento... - exclama el diabólico ente, y lo mata.
Minutos después, el primer hijo del anciano sale a buscar a su padre y mira horrorizado los cadaveres de las 100 vaquitas y a la orilla de la laguna ve el cuerpo de su padre muerto. El se dirigé corriendo hacia él y comienza a llorar amargamente.
- ¡No padre míoooo, nooo! ¡Que desgracia! ¿¡Por qué?! ¡¿Por qué?! ¡Estamos arruinados y hemos perdido a nuestro padre! - Eso se puede arreglar - contesta la misma voz femenina.
- ¿Qu-quién eres tú?- Soy una sirena mágica, y puedo volver a la vida tanto a tu padre, como a las vacas. Sólo tienes que cogerme 6 veces...y seguidas...pero si veo que no puedes, te mataré en el acto. ¿Trato?
El hijo era joven y fuerte, y se sintió con la capacidad de lograr dicha hazaña. No obstante, pudo solamente 4 veces y su amiguito ya no podía erguirse, estaba completamente agotado. Así que la sirena mágica lo mató de inmediato.Otros minutos después, otro hijo se despertó y al percatarse de que ya eran las 11 de la mañana y que aún no estaba ni el desayuno servido ni su hermano mayor ni su padre en la casa, salió y vio también el desolador escenario.
El hijo - tan sólo unos años más joven que su hermano - corrió desesperado, angustiado entre los cuerpos de las vacas muertas y al ver a su padre y a su hermano muertos, desnudos ambos sobre el pasto, se dirigió a toda prisa, asustado completamente.- Eso tiene solución... - dijo la sirena, quien reapareció sorpresivamente
- ¡¿Qué quieres?! ¿Quién eres tú? - contestó furioso el joven - ¿Tú mataste a Papá y a mi hermano?! ¡¿Y a las vacas?!
- No. Yo no he matado a las vacas. Más he decirte que sí he tomado la vida de tu padre y de tu hermano, ya que soy una sirena mágica con poderes sobrenaturales. Y han muerto debido a su incapacidad. Y ahora te propongo a ti restablecer sus vidas. A cambio, tendrás que cogerme ¡10 veces! y seguidas. Si lo logras tu padre y tu hermano volverán a la vida, pero si no, perecerás como ellos.
El hombre, quien era más joven y vigoroso que su hermano, aceptó el reto, pero pudo hacerlo sólo 7 veces. La cruel sirena mágica de igual forma, teminó con la vida del agotado muchacho. Minutos más tarde, el último hijo con vida, un chico de apenas 15 años de edad, con síndrome de down, se levantó todo modorro, ya era la 1:30 de la tarde y bajo casi con la almohada pegada y babeada a su cachete.
Bajó las escaleras, buscó a su padre y a su hermanos sin encontrarlos, salió y pasó caminando entre las vacas como si nada, vió luego a su padre y a sus hermanos muertos a la orilla de la laguna, y se les quedó viendo con la boca abierta sin expresión alguna. - Ellos podrían volver a la vida si así lo quisieras - dijo la aparecida, la sirena mágica- ¿Ah...? - replicó tardiamente el chico con down -
- ... Yo soy una sirena mágica, y puedo revivirlos si quieres.
- Jeh - sonrió el mongolito
- Sólo tienes que cumplir con algo que te pediré - Bueno - Q...¿qué pasa con este? - pensó la sirena mágica ante la indiferencia y la ausencia total de miedo, tristeza o furia del chico - Tendrás que cogerme...¡20 veces! pero si no puedes, te quitaré la vida y morirás como tu padre y tus hermanos, ¿aceptas? - Sí - dijo el mongolito como si nada - mientras se hurgaba la nariz, tratando de sacarse un moco.
- ¡Jahaha! ¡Pobre iluso! ¡Idiota! ¡¿Acaso crees que podrás?! - Puess claroo - contestó el chico con Down - ¿cómo cresss que sse murieron las vacas?
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