Un mexicano y un italiano habían sido condenados a morir en la silla eléctrica el mismo día y de manera consecutiva. Una vez llegada la espeluznante hora, los hombres fueron conducidos por el pasillo de la muerte, y, antes de entrar a la sala donde habrían de recibir las tremendas descargas que acabarían con sus vidas, el alcaide les preguntó a los dos hombres que si tenían algún último deseo.
- ¡Sí! - dijo el mexicano - ¿Podría ponerme una canción de la "Banda el recodo"?
- Mmmmh...está bien - contestó el alcaide y se dirigió al italiano:
- ¿Y qué hay de Usted? ¿Alguna última petición?
Y el italiano, suspirando hondamente replicó:
- Mátenme primero, por favor....
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