Un hombre y su esposa son despertados de su plácido sueño a las 3:00 de la mañana, debido a los constantes y sonoros golpeteos provenientes de la entrada de su casa.
El marido se levanta, baja las escaleras y al abrir la puerta se encuentra con un hombre borracho, completamente empapado, bajo el tremendo aguacero, quien le pide un empujón.
- ¡Por supuesto que no! - grita irritado el hombre - ¡Son las 3 de la mañana!
Cierra la puerta de golpe, y se va de nuevo al dormitorio.
- ¿Quién era? - pregunta preocupada la esposa
- Algún borracho pidiendo un empujón - contestó el marido que ya estaba metido entre las sábanas.
- ¿Y lo ayudaste?
- No, claro que no. ¡Son las 3 de la mañana y está lloviendo a cántaros allá afuera!
- Al parecer no tienes memoria - dice indignada la esposa - ¿Acaso no recuerdas que hace 3 meses cuando se nos desompuso el carro en la carretera, dos extraños se pararon a auxiliarnos? También estaba lloviendo en ese entonces, y aún así se pararon. Yo digo que deberías de ir y ayudarlo... debería darte verguenza...
La mujer hace lo que la esposa le dice, se viste, se pone los zapatos y sale hacia la tormenta. Muy y apenas puede ver más allá de sus narices por el aguacero, y se ve forzado a llamar con gritos en la oscuridad:
- ¡Oigaaaa! ¡¿Aún está ahí?! ¡¿Señoooor?!
- ¡Sí! - le responden
- ¡¿Aún necesita un emujón?!
- ¡Sí, por favor!
- ¡¿En dónde estaaaá?!
- ¡Aquiiiií! - contesta el borracho con un tono más alegre - ¡En el columpio!
El marido se levanta, baja las escaleras y al abrir la puerta se encuentra con un hombre borracho, completamente empapado, bajo el tremendo aguacero, quien le pide un empujón.
- ¡Por supuesto que no! - grita irritado el hombre - ¡Son las 3 de la mañana!
Cierra la puerta de golpe, y se va de nuevo al dormitorio.
- ¿Quién era? - pregunta preocupada la esposa
- Algún borracho pidiendo un empujón - contestó el marido que ya estaba metido entre las sábanas.
- ¿Y lo ayudaste?
- No, claro que no. ¡Son las 3 de la mañana y está lloviendo a cántaros allá afuera!
- Al parecer no tienes memoria - dice indignada la esposa - ¿Acaso no recuerdas que hace 3 meses cuando se nos desompuso el carro en la carretera, dos extraños se pararon a auxiliarnos? También estaba lloviendo en ese entonces, y aún así se pararon. Yo digo que deberías de ir y ayudarlo... debería darte verguenza...
La mujer hace lo que la esposa le dice, se viste, se pone los zapatos y sale hacia la tormenta. Muy y apenas puede ver más allá de sus narices por el aguacero, y se ve forzado a llamar con gritos en la oscuridad:
- ¡Oigaaaa! ¡¿Aún está ahí?! ¡¿Señoooor?!
- ¡Sí! - le responden
- ¡¿Aún necesita un emujón?!
- ¡Sí, por favor!
- ¡¿En dónde estaaaá?!
- ¡Aquiiiií! - contesta el borracho con un tono más alegre - ¡En el columpio!
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