- Es tan evidente el porque ninguna chica te hace caso, ¡mírate nada más con ese horrible traje de baño de abuelito todo feo y pasado de moda! ¡No tiene nada de estilo! Mira, mejor consíguete uno de estos trajes ajustados spandex, de los speedos... unas dos tallas más chicas que el que traes puesto, y luego te pones una papa del tamaño de tu puño dentro...¡jéh! Ya verás que tendrás a todas las chicas que quieras...
A la semana siguiente, el hombre vuelve a la playa con su nuevo traje de baño super-ajustado y con la papa dentro, pero la situación es peor que la de la semana pasada. Todos en la playa se le quedan viendo con cara de asco y repulsión, otros y otras se llevan las manos al rostro, se voltean, se ríen, se carcajean y otros tantos ponen cara de querer vomitar.
El confundido y aterrado hombre se va corriendo hacia la torre del guardacosta, y le pregunta exaltado, casi histérico:
- ¿Por qué? ¿Qué es lo que está pasando? ¿Por qué todos reaccionan así?
- ¡Carajo! ¡Imbécil! ¡No me jodas! - grita con horror el guardacostas - ¡La papa debe ir en frente! ¡La papa debe ir en frente! .
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