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Un bandolero mexicano se había especializado en cruzar el río grande de vez en cuando para traficar cocaína y robar bancos en texas. Finalmente, se ofreció un premio por su captura, y un Ranger de Texas emprendedor decidió rastrearlo. Después de una búsqueda larga, rastreó al bandolero hasta una cantina.
Lo encuentra, se para silenciosamente detrás del bandolero, apunta su revolver a la cabeza del contrabandista, y le dice:
- Usted estar bajou arresto. Dígame donde esconder el botín o le vuelo la tapa de los sesos ¡right now!
Pero el bandolero no hablaba inglés, y el texas ranger no hablaba español. Afortunadamente, un abogado bilingüe estaba en la taberna y tradujo el mensaje del ranger. El aterrado bandolero le contesta:
- ¡Está bien, está bien, no dispare, no dispare! ¡El botín está enterrado bajo el árbol de roble detrás de la cantina!
- ¿Qué dijo? - preguntó el ranger.
El abogado contestó:
- Él acaba de decir: ¡No estés chingando y vete a la mierda, gringo hijo de puta! ¡No te tienes los güevos suficientes para apretar el gatillo!
- ¿Qué dijo? - preguntó el ranger.
El abogado contestó:
- Él acaba de decir: ¡No estés chingando y vete a la mierda, gringo hijo de puta! ¡No te tienes los güevos suficientes para apretar el gatillo!
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