^^ Risoterapia y absurdeces para la diaria liberación de endorfinas. Buen provecho ^^

El loro de smoking

Había un loro que estaba en el aparador de una tienda. Y siempre que pasaba la vecina, el loro, descarado y relajiento, siempre le gritaba de cosas:

- ¡Putaaaa! ¡Puta ladillentaaaa! ¡Lávate mugrosaaa! ¡Puta barataaaa! ¡Puta barataaaa! ¡Croooooooaawwk! ¡Wrraaaaaaaaahh!

El condenado lorito le gritaba obscenidades a la señora, y cuantos más clientes hubiese en la tienda, más guarradas subidas de tono le gritaba y todos volteaban a ver al blanco de los insultos, y se reían, algunos hasta a carcajadas.

- ¡Waaaaa, ahí va la Putaaaaaa - putaaaaaa, wreeaaaaaaah!

Entonces, dicha vecina, no aguantó más los insultos y se dirigió furibunda a reclamarle al dueño de la tienda y del perico. Le dijo que ya estaba harta y que si no hacía algo, iba a a hablar con la policía.
El dueño le prometió represalias y que el perico no se quedaría sin castigo. La señora se fue y el dueño fue con el plumífero, y con pesar tomo un bote de pintura negro y una brocha y le dijo:

- Mira lorito, discúlpame, esto es por tu bien, creéme que me duele esto más que a ti - y acto seguido, pintó al animal.

Al día siguiente, el loro estaba ahí en el mostrador como de costumbre y la vecina pasó por la tienda. La señora ya iba preparada para oír las majaderías del pájaro, cuando se percata que no hay ruido alguno. Se regresa a ver, y entonces, al ver que ahí estaba el loro, completamente pintado de negro, se acerca y sonriente le dice:

- A ver, a ver, ¿no que muy cabroncito? dime algo ahora, ¡a ver, dime algo lorito!, ¿Qué te pasa? ¿No tienes algo que decirme? ¿eh? ¡¿eh?! ¿Te comió la lengua el ratón? ¿eh? Anda, dime algo ahora...

Entonces el loro, sin voltear a ver a la señora y con la frente muy en alto, dice solemnemente:

- Lo siento, cuando ando de smoking no hablo con putas...
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