El conejo muerto

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Un tipo encuentra a su perro con el conejo del vecino en su hocico. El conejo está muerto y algo desbaratado, y el tipo entra en pánico. Después de un momento de oleadas de adrenalina recorriendo su cuerpo, piensa rápidamente. Le quita el conejo del hocico, le da un coscorrón con regañada al perro e inmediatamente se dirige a lavar al conejo, removiendole la sangre y toda la tierra, ocultando las masticadas del perro en su piel con algo de maquillaje de su esposa, lo pone en la secadora, y lo pone de vuelta en su jaula en el patio del vecino, esperando que este piense que murió de causas naturales.

Unos días después, el vecino le pregunta al tipo:

- Oye, ¿sabías que mi conejo se murió?

- No... no lo sabía, lo siento. ¿Qué le paso? - pregunta el hombre, intentando disimular su nerviosismo

- No lo sé. Un día lo encontramos muerto en su jaula - contesta extrañado el vecino -, lo extraño es que un día después de que lo enterramos, alguien lo desenterró, lo bañó, le puso maquillaje y lo puso de vuelta en la jaula... en verdad que hay gente enferma en el mundo...

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