Un desempleado había sido contratado en un zoológico. Le habían ofrecido disfrazarse de gorila e imitarlo para que así la gente siguiera viniendo al zoológico.
En su primer día de trabajo, el hombre se puso el traje de gorilla, se metió al área del gorilla y comenzó a hacer su trabajo, simulando ser un un primate. Toda la gente que pasaba para verlo se alegraba y lo señalaban alegres. El hombre comenzó a involucrarse más con su papel, pues de algún modo le gustaba recibir la atención de los visitantes. De inmediato comenzó a hacer su show: se golpeaba el pecho con ambos puños, corría a cuatro patas, saltaba de aquí para allá, se subía a los árboles, daba maromas, rugía...
Durante un intento de mostrar sus habilidades acrobáticas, perdió el equilibrio y cayó del borde del muro de su área, rompió las redes de seguridad, y aterrizó de sentón sobre el área-jaula del león.
Cuando se dió cuenta, se quedó petrificado de miedo al ver que el león estaba a escasos dos metros de él. El león entonces se puso a rugir con fuerza y de manera imperativa. El pobre hombre vestido de gorila se puso a correr desesperado alrededor de la cerca, saltando de un lado para otro pidiendo ayuda
- ¡Auxilio, auxilio, por favor, ayúdenme!
El león se dirigió a toda prisa hacia él y lo tumbó de una embestida. Puso sus garras sobre el pecho del aterrado hombre vestido de gorila, acerco su hocico a su rostro y le susurró:
- ¡Ssssssshhh! ¡Ssssshh! ¡cállate o los dos vamos a perder nuestros trabajos!
En su primer día de trabajo, el hombre se puso el traje de gorilla, se metió al área del gorilla y comenzó a hacer su trabajo, simulando ser un un primate. Toda la gente que pasaba para verlo se alegraba y lo señalaban alegres. El hombre comenzó a involucrarse más con su papel, pues de algún modo le gustaba recibir la atención de los visitantes. De inmediato comenzó a hacer su show: se golpeaba el pecho con ambos puños, corría a cuatro patas, saltaba de aquí para allá, se subía a los árboles, daba maromas, rugía...
Durante un intento de mostrar sus habilidades acrobáticas, perdió el equilibrio y cayó del borde del muro de su área, rompió las redes de seguridad, y aterrizó de sentón sobre el área-jaula del león.
Cuando se dió cuenta, se quedó petrificado de miedo al ver que el león estaba a escasos dos metros de él. El león entonces se puso a rugir con fuerza y de manera imperativa. El pobre hombre vestido de gorila se puso a correr desesperado alrededor de la cerca, saltando de un lado para otro pidiendo ayuda
- ¡Auxilio, auxilio, por favor, ayúdenme!
El león se dirigió a toda prisa hacia él y lo tumbó de una embestida. Puso sus garras sobre el pecho del aterrado hombre vestido de gorila, acerco su hocico a su rostro y le susurró:
- ¡Ssssssshhh! ¡Ssssshh! ¡cállate o los dos vamos a perder nuestros trabajos!
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