Un hombre pasa por una tienda de mascotas y ve un singular anuncio que dice:
” Ranas mamadoras $100 pesos"
Sonríe, se queda pensativo, coquete con la idea en su mente y dice en voz alta:
- Bueno, por cien pesos, vamos a comprar una, a ver que tal.
Llega a su casa, se va a la sala a ver la televisión con su mujer, y ya llegada la media noche, su mujer se despide entre bostezos:
- Ya me voy a acostar, estoy muy cansada...
El hombre, pensando en probar las habilidades orales de la rana una vez que su mujer se fuese a dormir, le contesta:
- Si mi amor, yo... yo me voy a quedar viendo la tele un rato más
Luego de varias horas, la mujer se levanta a las 5 de la mañana y escucha la voz de su marido que proviene de la cocina:
- Sí, bien, medio kilo de tomates, un cuarto de cebollas, un cuarto de pimientos y luego se sofríe todo a fuego lento, ¡sí, así, perfecto!
Extrañada, la mujer va a la cocina y ve al marido hablando con la rana y le pregunta:
- ¿Qué...qué estas haciendo?
Y el marido le contesta:
- En cuanto ésta rana aprenda a cocinar ¡te largas a la concha de tu madre!.
- Bueno, por cien pesos, vamos a comprar una, a ver que tal.
Llega a su casa, se va a la sala a ver la televisión con su mujer, y ya llegada la media noche, su mujer se despide entre bostezos:
- Ya me voy a acostar, estoy muy cansada...
El hombre, pensando en probar las habilidades orales de la rana una vez que su mujer se fuese a dormir, le contesta:
- Si mi amor, yo... yo me voy a quedar viendo la tele un rato más
Luego de varias horas, la mujer se levanta a las 5 de la mañana y escucha la voz de su marido que proviene de la cocina:
- Sí, bien, medio kilo de tomates, un cuarto de cebollas, un cuarto de pimientos y luego se sofríe todo a fuego lento, ¡sí, así, perfecto!
Extrañada, la mujer va a la cocina y ve al marido hablando con la rana y le pregunta:
- ¿Qué...qué estas haciendo?
Y el marido le contesta:
- En cuanto ésta rana aprenda a cocinar ¡te largas a la concha de tu madre!.
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