En el consultorio dental, el dentista le ruega al paciente:
- ¡¿Podría ayudarme, por favor?! ¡¿Podría gritar con los más horrendos aullidos de dolor, lo más fuerte que pueda?!
- Pero... ¿por qué? - pregunta extrañado el paciente - No duele tanto esta vez
- Sí, bueno - contesta el dentista - lo que pasa es que aún hay muchos pacientes ahí en la sala de espera y no me quiero perder el partido que comienza a las 4.
- ¡¿Podría ayudarme, por favor?! ¡¿Podría gritar con los más horrendos aullidos de dolor, lo más fuerte que pueda?!
- Pero... ¿por qué? - pregunta extrañado el paciente - No duele tanto esta vez
- Sí, bueno - contesta el dentista - lo que pasa es que aún hay muchos pacientes ahí en la sala de espera y no me quiero perder el partido que comienza a las 4.
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