En la sala de un consultorio veterinario se encuentran dos perros: un hermoso pastor alemán y un doberman, igualmente espectacular.
El pastor le pregunta al doberman:
- ¿Por qué estás aquí?
- Porque me van a sacrificar...
- ¡Oy! ¿Y por qué?
-Bueno, el caso es que le mordí la mano al bebé de mi dueño.
- Oye, pero aún así, eso no es motivo suficiente ¿No te pueden perdonar?
- Lo que pasa es que el bebé tiene tres meses y casi le arranco la mano.
- ¡No jodas! ¿Y por qué hiciste eso?
- No lo sé, fue un impulso. Fue... fue algo irracional...sólo sentí ganas de hacerlo y ya cuando me dí cuenta, tenía el sabor de su sangre en mi hocico y mi dueño me estaba golpeando la cabeza... Pero en fin... ¿y tú?, dime, ¿por qué estás tú aquí?
- Bueno, lo mío fue también un impuslo... el muy infeliz casi nunca me paseaba, y con las ganas que tenía de... pues tú sabes, de coger... total que ya tenía 5 años que estropeaba mi temporada de celo. ¿Te imaginas lo que es eso? Y para acabarla de joder, cuando trataba de estimularme yo solito, el puto de mi dueño me regañaba. Total que un día me estaba bañando con él, y se le cayo el jabón... y... se agachó para recogerlo y... pues... no me aguante más las ganas y... me le avalanzé por detrás, lo sujeté con mis patas y me lo tiré ahí en la regadera
- ¡Carajo! ¡No, pues ya estuvo de que también te van a sacrificar!
- No, no... a mí sólo me van a cortar las uñas....
El pastor le pregunta al doberman:
- ¿Por qué estás aquí?
- Porque me van a sacrificar...
- ¡Oy! ¿Y por qué?
-Bueno, el caso es que le mordí la mano al bebé de mi dueño.
- Oye, pero aún así, eso no es motivo suficiente ¿No te pueden perdonar?
- Lo que pasa es que el bebé tiene tres meses y casi le arranco la mano.
- ¡No jodas! ¿Y por qué hiciste eso?
- No lo sé, fue un impulso. Fue... fue algo irracional...sólo sentí ganas de hacerlo y ya cuando me dí cuenta, tenía el sabor de su sangre en mi hocico y mi dueño me estaba golpeando la cabeza... Pero en fin... ¿y tú?, dime, ¿por qué estás tú aquí?
- Bueno, lo mío fue también un impuslo... el muy infeliz casi nunca me paseaba, y con las ganas que tenía de... pues tú sabes, de coger... total que ya tenía 5 años que estropeaba mi temporada de celo. ¿Te imaginas lo que es eso? Y para acabarla de joder, cuando trataba de estimularme yo solito, el puto de mi dueño me regañaba. Total que un día me estaba bañando con él, y se le cayo el jabón... y... se agachó para recogerlo y... pues... no me aguante más las ganas y... me le avalanzé por detrás, lo sujeté con mis patas y me lo tiré ahí en la regadera
- ¡Carajo! ¡No, pues ya estuvo de que también te van a sacrificar!
- No, no... a mí sólo me van a cortar las uñas....
No hay comentarios:
Publicar un comentario