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Un niño con síndrome de down se encontraba en un parque, babeando, moqueando y con las manos juntas como ocultando algo, se acerca a un señor que está sentado en una de las bancas y le dice:
- ¡Éh! ¿é? ¡Éngo!... ¡éngo!
El señor amigablemente, le responde:
- ¿Un carrito?
El niño mueve la cabeza negando
- ¿Un yo - yo.?
El niño vuelve a negarlo...
- ¿Un soldadito?
Negativo, dice con señas el niño
Fastidiado, el señor vuelve a intentarlo:
- ... ¿Un canica?
Y el niño lo niega de nuevo, hasta que el señor, encabronado, le contesta:
- ¡Bueno, ya basta! ¡Qué carajos es lo que tienes?
- Éngo Síndome deeee dooown
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