Una hormiguita se encontraba alegre, viendo una película en el cine, cuando de repente entra a la sala un elefante que sienta enfrente de ella.
La hormiga se molesta y le recrimina al elefante:
- ¡Oye! ¿Podrías sentarte en otro lado? ¿por favor? ¡Oye! ¡Oye!
Pero el elfante no la escuchaba. La hormiga inistió:
- ¡Hey! ¡Hay muchos otros lugares disponibles! ¡¿Por qué no te sientas en otro lugar! ¡Heey! ¡te estoy hablando!
Pero el elefante seguía tranquilo, sin moverse de su lugar.
Finalmente, la hormiguita, completamente irritada y exasperada, se baja de su asiento, rodea toda su fila, se sienta justo adelante del elefante, y le dice:
- ¡Ah, verdad! ¡¿Que se siente, culero, eh?! ¡¿Qué se siente?!
La hormiga se molesta y le recrimina al elefante:
- ¡Oye! ¿Podrías sentarte en otro lado? ¿por favor? ¡Oye! ¡Oye!
Pero el elfante no la escuchaba. La hormiga inistió:
- ¡Hey! ¡Hay muchos otros lugares disponibles! ¡¿Por qué no te sientas en otro lugar! ¡Heey! ¡te estoy hablando!
Pero el elefante seguía tranquilo, sin moverse de su lugar.
Finalmente, la hormiguita, completamente irritada y exasperada, se baja de su asiento, rodea toda su fila, se sienta justo adelante del elefante, y le dice:
- ¡Ah, verdad! ¡¿Que se siente, culero, eh?! ¡¿Qué se siente?!
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