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Un empleado no se presenta al trabajo.
El jefe se pregunta el porqué uno de sus más valorados empleados se ausenta sin notificarselo a nadie de la empresa.
Teniendo un problema de trabajo urgentísimo que resolver, telefonea a la casa del empleado ausente, y el teléfono es contestado por un niño, quien susurra en el auricular:
- Hola...
- ¿Está tu papá en casa?
- Sí... - contesta la vocecita
- ¿Puedo hablar con él?
- No - contesta con la voz aún baja el niño.
Sosprendido y queriendo comunicarse con un adulto, el jefe vuelve a inquirir:
- ¿Se encuentra tu mamá ahí?
- Sí...
- ¿Me la podrías pasar?
- No...
Con la esperanza de que pudiera haber alguien a quien pudiera dejarle un mensaje, el jefe pregunta:
- ¿Hay alguien más ahí?
- Sí - murmura el pequeño -, un policía.
- Preguntándose qué rayos estaría haciendo un policía en la casa de su empleado, el jefe le dice al niño:
- ¿Podrías poner al teléfono al policía?
- No. Está ocupado
- ¿Ocupado con qué?
- Hablando con mamá, papá y con los vecinos - explica el susurrante niño.
La preocupación del jefe aumenta aún más cuando escucha a través del teléfono, un ruido que iba incrementándose a cada segundo.
- ¡¿Qué carajos es eso?! - Pregunta exaltado el jefe.
- Un helicóptero
- ¿Y qué rayos está haciendo ahí un helicóptero?!
Y nuevamente, el niño, con voz muy queda y despacio, el niño explica:
- El escuadrón de búsqueda acaba de enviar un helicóptero
- ¡¿Y qué están buscando?! - Exclama el jefe, fuera de sí.
Y, sin aumentar el bajísimo tono de voz, el niño responde aguantándose la risa:
- Jijiji... a mí
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