.
Un hombre se queda varado en una isla.
Tiempo después, una avioneta sobrevuela la isla en la que ve señales de humo, por lo que llega al rescate. Una vez aterrizado, el piloto ve 3 cabañas.
- ¡Oh, gracias por salvarme! - exclama el náufrago -, llevo tanto aquí en ésta isla que ya perdí la noción del tiempo.
- ¿Dónde están los otros sobrevivientes? - pregunta el piloto
- No los hay - aclara el hombre -, soy sólo yo, mí y conmigo
- Entonces, ¿por qué hay tres cabañas? - se intriga el piloto
- Ah, la pequeña es mi casa - explica el infortunado
- ¿Y aquella grandota?
- Esa es mi iglesia, soy un hombre de gran fe
- Y la otra que está del otro lado - pregunta aún más intrigado el piloto
- Oh, esa - explica rascándose la cabeza el náufrago -, esa es mi antigua iglesia. Ya no voy ahí, el padre era un lunático
.
Tiempo después, una avioneta sobrevuela la isla en la que ve señales de humo, por lo que llega al rescate. Una vez aterrizado, el piloto ve 3 cabañas.
- ¡Oh, gracias por salvarme! - exclama el náufrago -, llevo tanto aquí en ésta isla que ya perdí la noción del tiempo.
- ¿Dónde están los otros sobrevivientes? - pregunta el piloto
- No los hay - aclara el hombre -, soy sólo yo, mí y conmigo
- Entonces, ¿por qué hay tres cabañas? - se intriga el piloto
- Ah, la pequeña es mi casa - explica el infortunado
- ¿Y aquella grandota?
- Esa es mi iglesia, soy un hombre de gran fe
- Y la otra que está del otro lado - pregunta aún más intrigado el piloto
- Oh, esa - explica rascándose la cabeza el náufrago -, esa es mi antigua iglesia. Ya no voy ahí, el padre era un lunático
No hay comentarios:
Publicar un comentario