Un hombre entra a una tienda de mascotas. Luego de darse un breve paseo por el interior, observando a todos los animales, le dice al encargado que está buscando algo diferente:
- Todos tienen perros, gatos, pájaros o peces. Yo quiero algo diferente.
- Ah, creo que tengo justo lo que necesita - comenta sonriente el encargado -, tenemos un milpies que habla.
- ¡¿De verdad?! ¡¿En serio?! - exclama sorprendido el tipo -, ¡claro, eso suena perfecto, me llevo uno de esos!
Así que sin más, hacen la transacción y el hombre se lleva el milpies a casa.
- Milpies, ¿te gustaría ir al bar a beber unas cervezas? - le pregunta el hombre al animalito.
No hay respuesta. "Quizás está un poco alterado por todo el ajetreo camino a casa" piensa el nuevo dueño "le daré otros 10 minutos y le preguntaré otra vez".
10 minutos después, el hombre le vuelve a preguntar: "¿Entonces qué, milpies? ¿Vamos por las cervecitas?"
Y de nuevo, no hay respuesta. El tipo piensa "ok, ok, le daré otros 15 minutos, y si no me contesta iré a la tienda de mascotas a devolverlo"
Transcurridos los 15 minutos, el hombre se dirige al centípodo: "Oye, amigo, ¿vas a querer ir al bar a tomarte unas cervezas o no?"
- ¡Ya voy, ya voy, carajo, chingada madre! - responde enojado el milpies -, ¡Me estoy poniendo los zapatos, pinche vato impaciente!
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