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Un niño de 6 años le compró a su abuela un cepillo para baño muy bonito y elegante como regalo de cumpleaños.
Un par de semanas después, la familia a visitar nuevamente a la abuela, el pequeño va al baño, y ve con desilusión que su "regalo" no está ahí. Con algo de tristeza, el chico le pregunta:
- Abuela... ¿qué paso con el cepillo de baño que te regalé?
- Ay mijito - contesta la abuela -, lo siento, pero la verdad es que no me gustó. Estaba muy rasposo. Y es que a través de todos estos años ya me he acostumbrado al papel higiénico.
Un par de semanas después, la familia a visitar nuevamente a la abuela, el pequeño va al baño, y ve con desilusión que su "regalo" no está ahí. Con algo de tristeza, el chico le pregunta:
- Abuela... ¿qué paso con el cepillo de baño que te regalé?
- Ay mijito - contesta la abuela -, lo siento, pero la verdad es que no me gustó. Estaba muy rasposo. Y es que a través de todos estos años ya me he acostumbrado al papel higiénico.
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