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Un kola estaba sentado sobre una rama de un árbol de eucalipto, bien relajado fumando marihuana, cuando una lagartija que pasaba por ahí lo vio y le dijo:
- Hey, Koala, ¿qué haces?
- Fumando hierba... vente acá arriba a fumar también - contestó el koala.
Así que la pequeña lagartija subió al árbol y se sentó junto al koala y los dos se pusieron a dar hondas bocanadas de la verde hierba.
Luego de unos minutos, la lagartijita dijo que sentía su bocaa seca y que iría a beber agua al río. Pero el pequeño reptil estaba tan drogado que apenas coordinaba sus movimientos, con tremenda lentitud y torpeza, así que se cayó de la rama y se fue rodando cuesta abajo hasta caer al río.
Un cocodrilo que estaba en el río la vio y nadó hasta donde se encontraba la lagartijita y la ayudó a volver a la orilla. Una vez ahí le dijo:
- Oye, ¿qué pasa contigo? ¿Qué tienes?
La lagartija, toda madreada, mareada y sonriente le contestó que estaba con el koala fumando marihuana en el árbol de eucalipto, y que había fumado tanto que se cayó desde la rama y fue a parar al río, pero que estaba bien porque tenía sed y quería beber algo de agua.
El cocodrilo dijo que iría a ver eso y se fue hacia el bosque, encontró el árbol de eucalipto, en donde el koala estaba acostado, terminándose su cigarro de cannabis. El cocodrilo le gritó entonces:
- ¡Hey, tú, Koala!
El koala volteó hacia abajo, miró al cocodrilo y exclamó con los ojos desorbitados:
- ¡¿Cuánta agua bebiste?! ¡joder!
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- Hey, Koala, ¿qué haces?
- Fumando hierba... vente acá arriba a fumar también - contestó el koala.
Así que la pequeña lagartija subió al árbol y se sentó junto al koala y los dos se pusieron a dar hondas bocanadas de la verde hierba.
Luego de unos minutos, la lagartijita dijo que sentía su bocaa seca y que iría a beber agua al río. Pero el pequeño reptil estaba tan drogado que apenas coordinaba sus movimientos, con tremenda lentitud y torpeza, así que se cayó de la rama y se fue rodando cuesta abajo hasta caer al río.
Un cocodrilo que estaba en el río la vio y nadó hasta donde se encontraba la lagartijita y la ayudó a volver a la orilla. Una vez ahí le dijo:
- Oye, ¿qué pasa contigo? ¿Qué tienes?
La lagartija, toda madreada, mareada y sonriente le contestó que estaba con el koala fumando marihuana en el árbol de eucalipto, y que había fumado tanto que se cayó desde la rama y fue a parar al río, pero que estaba bien porque tenía sed y quería beber algo de agua.
El cocodrilo dijo que iría a ver eso y se fue hacia el bosque, encontró el árbol de eucalipto, en donde el koala estaba acostado, terminándose su cigarro de cannabis. El cocodrilo le gritó entonces:
- ¡Hey, tú, Koala!
El koala volteó hacia abajo, miró al cocodrilo y exclamó con los ojos desorbitados:
- ¡¿Cuánta agua bebiste?! ¡joder!
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