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Un musulmán toma un taxi en España y le dice al taxista:
- Señor, por favor apague la radio, ya que mi religión prohíbe escuchar música que no sea para adorar a Alláh, porque en el tiempo del profeta no había ni música tan profana, ni radio.
El taxista, lo mira medio molesto y apaga la radio. Luego prende un cigarrillo y el musulmán le toca el hombro y le dice:
- Señor, por favor apague el cigarro. El Islam, religión única y verdadera, no tiene vicios, ya que el profeta no tenía ningún vicio.
El taxista detiene el taxi en pleno centro. Se baja y abre la puerta del pasajero.
El musulmán intrigado le pregunta:
- ¿Qué está haciendo?
- ¡Mira, cabrón! - le contesta el taxista - ¡En el tiempo de tu profeta no habían taxis, así que te bajas y esperas un camello, infeliz!.
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- Señor, por favor apague la radio, ya que mi religión prohíbe escuchar música que no sea para adorar a Alláh, porque en el tiempo del profeta no había ni música tan profana, ni radio.
El taxista, lo mira medio molesto y apaga la radio. Luego prende un cigarrillo y el musulmán le toca el hombro y le dice:
- Señor, por favor apague el cigarro. El Islam, religión única y verdadera, no tiene vicios, ya que el profeta no tenía ningún vicio.
El taxista detiene el taxi en pleno centro. Se baja y abre la puerta del pasajero.
El musulmán intrigado le pregunta:
- ¿Qué está haciendo?
- ¡Mira, cabrón! - le contesta el taxista - ¡En el tiempo de tu profeta no habían taxis, así que te bajas y esperas un camello, infeliz!.
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