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Un hippie muere y llega a las puertas del cielo. San Pedro lo mira, abre el libro de la vida del hippie, lo lee y le dice:
- Lo siento, pero irás al infierno.
El asombrado hippie, se va caminando amargamente, viendo a través de las rejillas de las puertas del cielo y ve a Dios caminando en la distancia.
- ¡Hey, Dios! - le grita el hippie -, ¡¿Por qué me haces esto?! ¡¿Qué no te acuerdas de aquella vez que yo estaba viajando con ácido (LSD)?! ¡Te vi y tú me dijiste que estaríamos en el cielo infinito para siempre!
Dios lo pensó por un minuto y le contestó:
- Ah, sí. Pero esa vez yo andaba borracho.
- Lo siento, pero irás al infierno.
El asombrado hippie, se va caminando amargamente, viendo a través de las rejillas de las puertas del cielo y ve a Dios caminando en la distancia.
- ¡Hey, Dios! - le grita el hippie -, ¡¿Por qué me haces esto?! ¡¿Qué no te acuerdas de aquella vez que yo estaba viajando con ácido (LSD)?! ¡Te vi y tú me dijiste que estaríamos en el cielo infinito para siempre!
Dios lo pensó por un minuto y le contestó:
- Ah, sí. Pero esa vez yo andaba borracho.
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