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Un muy devoto granjero había extravíado su biblia favorita mientras arreglaba unas cercas en su rancho. 3 semanas después, una cabra llegó caminando hacia él con la biblia en su boca. El granjero no podía dar crédito a sus ojos. Tomó su amado libro de la boca del animal, levantó sus ojos hacia el cielo, extendió los brazos y exclamó:
- ¡Es un milagro! ¡Es un milagro!
- La verdad, no - contestó la cabra - tú nombre estaba escrito en la cubierta
- ¡Es un milagro! ¡Es un milagro!
- La verdad, no - contestó la cabra - tú nombre estaba escrito en la cubierta
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