^^ Risoterapia y absurdeces para la diaria liberación de endorfinas. Buen provecho ^^

Consecuencias inesperadas de la vanidad

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Una mujer decide hacerse un lifting facial por motivo de su cumpleaños número 50. Se gasta casi 300,000 pesos y queda sensacional.

De camino a casa, se detiene a comprar sus habituales magazines de chismes, Vanidades, Marie Claire, People, etc. Antes de retirarse, le dice al hombre de la revistería:

- Espero que no le moleste que le pregunte, pero, ¿cuántos años calcula que tengo?

- Mmmmh... ¿32?

- No. Tengo 50 - exclama la mujer felizmente.

Unos minutos después la mujer entra a un McDonalds y le pregunta la misma cosa a la mujer de la caja:

- Mmmmmh... ¿28?

- 50 - contesta la mujer de las 50 décadas con una enorme sonrisa en la cara.

Ahora se siente elevadísima, súper eufórica. Decide extraer más dosis de dopamina y se dirige a una dulcería. Repite la misma acción con el chico de la caja.

- Ah, oh, pues... supongo que... calculo que... unos... ¿30? - es la respuesta del joven.

Y ella, encantadísima, con un orgullo imposible de contener, replica:

- Na-ah. Tengo 50 jovencito, ¿puedes creerlo? Pero muchas gracias

Finalmente, cuando alcanza la parada del camión para ir a su casa, se encuentra a un hombre de avanzada edad esperando también por el camión. Mientras esperan, aprovecha la mujer para hacerle la misma cuestión al hombre.

- Señorita - contesta el hombre -, tengo 82 años, estoy perdiendo la vista. Aún así, déjeme decirle, que desde que era joven, siempre tuve un tino infalible para calcular la edad de una mujer. Quizá suene muy atrevido o incómodo pero, requiero de poner mis manos en su entrepierna y sólo entonces, podría decirle exactamente su edad

Se hace un silencio un tanto tenso durante un minuto. Pero, al ver que la calle estaba vacía y que no pasaba nadie, la curiosidad de la mujer se hace irresistible.

- Ésta bien - dice ella -, adelante, inténtelo

El hombre entonces, sumerge sus manos a través de los calzones de la mujer y comienza a sobar despacio y gentilmente por toda el área perianal y genital de la mujer. Luego, comienza a maniobrar entre la vulva, separa los labios menores, y comienza a dedear la vagina de la mujer.

Luego de un par de minutos, la mujer rompe el silencio:

- ¡Bueno, ya, ya, está bien! A ver, dígame entonces, ¿cuántos años tengo?
El hombre, quita sus dedos del clítoris y de las nalgas de la mujer y dice:

- Señora... usted tiene 50 años

Con los ojos desorbitados, incrédula, impactada, la mujer exclama:

- ¡Eso es increíble! ¿Cómo le hizo para saberlo?

- Oh - contesta sonriente el viejete -, estaba detrás de usted en la fila en el McDonalds
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