Negligencia divina

.

Una mujer entrada en sus cuarentas tuvo un infarto y fue llevada al hospital. Mientras estaba en la sala de cirugía tuvo una experiencia cercana a la muerte. Vio a Dios y le preguntó:

- Entonces, ¿he muerto?...

- No, aún no es tu hora - le contestó Dios - aún te quedan otros 45 años, 3 meses, 7 días y 4 horas de vida...

Luego de escuchar esto, la mujer regresó a la vida y decidió permanecer en el hospital para hacerse un lifting facial, de busto y de glúteos, liposucción y abdominoplastia. E incluso se operó los labios y se pintó el peló. Como tenía muchos años por vivir, decidió que los viviría lo mejor que pudiese, al máximo, sin escatimar costos, así que desde su habitación en el centro médico, ordenó muchos productos de belleza a través de internet, incluso reservó un viaje en crucero al caribe.

Una vez dada de alta, salió del hospital, y, mientras cruzaba la calle para llegar a su casa, fue arrollada por un auto, muriendo en el acto.
 

Ya en el cielo, fue con Dios y le recriminó enojada:

- ¡Pero si dijiste que iba a vivir otros 45 años! ¡¿Por qué me pusiste en el camino de ese jodido carro?!

Dios le contestó:

- Es que no te reconocí

.