Una mujer blanca y un hombre negro están bailando en un antro, y, luego de un rato las cosas se comienzan a subir de tono y candencia. Luego de lascivos intercambios de besos y fajes, la chica invita al negro a su departamento a continuar con la sexosa aventura.
Cuando llegan al departamento de la chica, comienzan a desvestirse mientras se besan apasionadamente, preparándose para noche del más frenético y loco sexo.
Como sea, la chica, completamente excitada, mordiéndose el labio, mira al negro que estaba quitándose los pantalones y le dice:
- Oye... ay... espera... antes de que te los quites... ¿es verdad lo que dicen de los negros?
Con una mirada suave a la vez que siniestra, la mira a los ojos, diciéndole:
- Por supuesto, nena...
Y luego de esto la apuñala, le quita su bolso y se va corriendo del lugar
Cuando llegan al departamento de la chica, comienzan a desvestirse mientras se besan apasionadamente, preparándose para noche del más frenético y loco sexo.
Como sea, la chica, completamente excitada, mordiéndose el labio, mira al negro que estaba quitándose los pantalones y le dice:
- Oye... ay... espera... antes de que te los quites... ¿es verdad lo que dicen de los negros?
Con una mirada suave a la vez que siniestra, la mira a los ojos, diciéndole:
- Por supuesto, nena...
Y luego de esto la apuñala, le quita su bolso y se va corriendo del lugar
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