Conductores vemos, historiales no sabemos...

.

Un policía de tránsito detiene un carro y le dice al conductor que se orille, congratulándolo de que se ha ganado $1,000 dólares en un "concurso de seguridad al volante".

- ¡Felicidades, señor! y dígame, ¿qué piensa hacer con el dinero del premio? - pregunta sonriente el policía

- Bueno... - contesta algo nervioso el conducotr -, supongo que tramitaré mi licencia de manejo
 
El oficial frunce el entrecejo, abre la boca queriendo decir algo, e inmediato la chica que iba de copiloto le dice:

- Oh, no le haga caso, oficial, luego le da por vacilar así cuando está borracho

- ¡Puta madre! - exclama el tipo que estaba en los asientos traseros -, sabía que no llegaríamos lejos con un auto robado

En ese momento se escuchan unos golpeteos provenientes de la cajuela, seguidos de una exclamación:

- ¡Hey! ¡¿Qué paso?! ¡¿ya cruzamos la frontera?!
.

Razón de peso para la separación

.

La encabronada mujer le dice al hombre:

- ¡Te juro que si me vuelves a decir gorda, ésta relación se termina, infeliz!

- Por favor, no digas eso, piensa en nuestro hijo

- ¿Qué hijo?

- ¿Qué? ¿no estás embarazada?.

Papas y güevos menonitas

.

Dos mujeres menonitas se encontraban recogiendo papas del campo. Una desenterró dos papas enormes, y le dice a la otra:

- ¿Sabes, Sara? estas papas me recuerdan a los güevos de mi marido

- Oh... no me digas que... ¿porque son así de grandes...?

- No, porque también están llenos de tierra
.

Gay pro-terrorismo

Durante un vuelo, unos terroristas salen de entre los asientos y se dirigen violentamente a la tripulación, gritandoles:

- ¡Alla hú ákbar! ¡Vamos a violarlos a todos!

- ¡No, por favor, no!... ¡¿Qué no sólo violan mujeres?! - suplica un pasajero aterrado

Entonces, un pasajero homosexual responde molesto:

- ¡Ay, señor, cállese! ¡Usted no sabe nada de terrorismo!

.

Metida de pata irreparable

.

Dos amigos van caminando por el parque y uno le dice al otro:

- ¡Wooow! ¡Mira eso! ¡Pero que mujer tan fea! ¡Está mas fea que el culo de un mandril!

- ¡¿Pero qué dices, imbécil?! ¡Es mi madre, estúpido!

- ¡No, no! Tu madre no, quiero decir, la que va con ella...

- ¡Es mi hermana, tarado de mierda!

El otro se queda pensando durante unos largos segundos, en el silencio más incómodo, y dice:

- ¿Sabes qué? Pégame dos puñetazos, que esto ya no lo arregla ni Dios 

.